06 noviembre 2015

HUBO DOS PIPEROS EN EL RAMIRO

... por Manolo Rincón



El Pipero, aquel inefable vendedor de ilusiones, tan querido por todos nosotros… ¿Pero hubo más de uno?. Tratamos de desvelar ese misterio con un poco de investigación en este trabajo.
Todos los miembros de nuestra promoción recordamos al “Pipero”, instalado con sus chucherías en la parte derecha de la salida del Instituto a Serrano, su boina y su corbata, siempre sonriendo. Un personaje entrañable, quizás el que más, pues le vimos muchos cursos y para todos seguro que aún pervive en el recuerdo de aquellos días infantiles.
Solo sabíamos de él que se llamaba Sr. Manolo. Le veíamos cada mañana y cada tarde traer su cesto e instalarse en su puesto, donde afluíamos en el recreo y a la salida de clase. Poco más conocíamos de su persona. Yo le vi en mis años de Prepa y de Insti, siempre igual y sin fallar un solo día en su trabajo. Le compraba desde cromos de Quo Vadis? a chicles y caramelos. Tenía un buen recuerdo siempre de él. Jamás vendió pipas y hacía gala de buena educación y pulcritud.
Los pocos datos, que supe de su persona, aparecieron en nuestra memorable revista “Candil”, en el número 2 de mayo de 1.962, es decir cuando me encontraba finalizando 5º de bachiller.
Nos informaba el articulista J. Viqueira, que D. Manuel estaba desde hacía más de 20 años con nosotros, que era viudo y que todos los profesores se portaron muy bien con él en los momentos difíciles.
Un día frio de febrero, en 1.964, cuando yo estaba en Preu, un compañero de clase, Antonio González Capitel, a la vuelta del recreo nos dijo que le había visto muy mala cara. El pobre fallecía en su puesto de trabajo al poco rato, pues nada se pudo hacer por él.
D. Tomás Alvira, en su libro “El Ramiro de Maeztu Pedagogía Viva”, en la página 291 recoge el artículo del diario Arriba que en febrero de 1.964 glosa su figura y lleva por título “Ha muerto el Sr. Pipero”. Ese artículo cita su nombre completo D. Pablo Manuel Balsalobre Calvo.
Más datos escritos sobre su persona no he podido encontrar. Con emoción conservo y venero aquel álbum de cromos de coches que por 5 pts. me vendió en el ya lejano 1.957.


Pero he aquí que en el número extra de Navidad 1.967, de la segunda época de Candil, cuando yo ya no estaba en el Ramiro, leo la siguiente noticia a toda plana, que me deja un tanto descolocado:
ÚLTIMA HORA: El Pipero ha muerto


Esta noticia tan desagradable se acompañaba con la iniciativa de hacer una colecta de dinero para su viuda.
Lamentable noticia, pero yo estaba seguro de su fallecimiento, en su puesto de trabajo de la entrada de Serrano, en febrero 1.964 y además en el número 2 de Candil se nos decía que era viudo. El texto del libro del Sr. Alvira lo corroboraba también.
Tras mucho pensar recordé, que D. Manuel alude a la competencia en su entrevista y, en efecto, haciendo memoria me vino la imagen del segundo Pipero que existió, se colocaba en la salida al Museo de Ciencias Naturales, fuera del recinto del Centro, que sí vendía pipas y al que compré algunos petardos. Se comenzó a poner en aquel lugar a partir del curso 61-62 y era un personaje peor vestido que D. Manuel, con un cierto acento andaluz. No confundirle con el suministrador de “paloluz”, que nada tiene que ver.
Este segundo pipero es al que alude el Candil de la segunda época en la Navidad del 67 y que falleció tres años más tarde que el primer pipero, D. Manuel, el cual es el que nosotros recordamos.
Espero haber clarificado cómo se concilian ambos reportajes y noticias y de paso explicar que el Ramiro tuvo dos piperos diferentes, aunque con un cometido parecido, nos supieron vender ilusión y felicidad.
Descansen en paz.


4 comentarios:

  1. Sois impresionantes compis, "hermanos mayores" del Ramiro.
    Cada una de las secuencias y artículos que recordais, me hacen sentir una añoranza y afecto inmensurable.
    Qué lástima que muchos de nosotros no hubieramos impulsado en su momeneto, iniciativas como esta de tanta hermandad.
    Qué bueno sería que preparrais una fiesta/ guateque como aquellos añorados del Ramiro y de fuera de él.
    Ya quisieran en otros centros e institutos una iniciativa como ésta vuestra.
    Con respeto y gratitud infinita para quienes teneis en la memoria tanta generosidad memoristica difuminada por el tiempo, tiempo, tiempo...
    José Luis Ruiz

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  2. Pues amigo José Luis, agradezco en nombre de todos tus elogios. Me parece fantastica la idea de un guateque al estilo de los 60. Tenemos músicos activos en nuestra promoción y puede ser una excusa perfecta para vernos de nuevo. Gracias por tu aportación. Manolo

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  3. MUY IMPORTANTE.

    He descubierto hoy leyendo las actas de los claustros del año 64 que en la del 12 de febrero de ese año, se cita la condolencia del claustro por la reciente muerte de D. Manuel Balsalobres, el Pipero. Por tanto esta ocurrió o a finales de enero o principios de febrero, lo que coincide totalmente con el recuerdo que yo mismo tenía de un día frio de principios del segundo trimestre.

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  4. El cargo oficial de nuestro querido pipero era el de portero del recinto (Escuela preparatoria, Instituto, internados). Abría y cerraba la puerta que daba a la calle Serrano, y seguramente las otras entradas; ayudaba a dirigir la entrada y salida de los autobuses; tenía las llaves del parque de juegos que había delante su caseta, al que después accedimos libremente, tras "abrir" la verja trasera por la zona donde estaba el mástil. Cuando murió se interrumpieron las clases y asistimos todos a una misa funeral en la Iglesia del Espíritu Santo. Aunque pasen los años, todo esto no se olvida. Javier Salazar Rincón, promoción de 1967.

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