24 noviembre 2015

Presentación del libro biográfico sobre D. José Navarro Latorre “Nacional-Sindicalismo e Historia-El archivo privado de José Navarro Latorre”

... Por Manolo Rincón.


Os quiero informar de un acto que habrá pasado desapercibido, pero que creo tiene su importancia.
El 20 de noviembre se presentó en Zaragoza, en el Palacio de la Diputación, el libro escrito por Gustavo Alares (Historiador), sobre nuestro Profesor D. José Navarro Latorre.
Primeramente el Historiador Sr. Peiro nos hizo una introducción histórica de la época que vivió el Sr. Navarro, totalmente necesaria  para comprender la ideología de D. José.
Después hubo una exposición del trabajo de Gustavo.
Por último, Gustavo Alares presentó el libro que tiene dos partes perfectamente diferenciadas: Una biografía y un inventario de la documentación del Sr. Navarro.
Dejo los detalles de la biografía para los lectores. Recomiendo este libro a todos los miembros de la promoción que le tuvimos de profesor. No voy a dar más datos para que os animéis a leerlo. Desconocíamos bastante, en aquella época al personaje que nos daba clase. Algunos datos ya los ha presentado Paco Acosta. Otros son novedad.
El legado de su documentación es la segunda parte del libro, una catalogación de Libros, revistas y cartas, que tienen un gran volumen. Es una documentación muy interesante para los estudiosos de la época.
Asistió al acto su hija Consuelo y por parte del Instituto Rosa María Muro y yo mismo.

Si alguien desea una copia en PDF del libro que me mande un correo y yo se la haré llegar.

06 noviembre 2015

HUBO DOS PIPEROS EN EL RAMIRO

... por Manolo Rincón



El Pipero, aquel inefable vendedor de ilusiones, tan querido por todos nosotros… ¿Pero hubo más de uno?. Tratamos de desvelar ese misterio con un poco de investigación en este trabajo.
Todos los miembros de nuestra promoción recordamos al “Pipero”, instalado con sus chucherías en la parte derecha de la salida del Instituto a Serrano, su boina y su corbata, siempre sonriendo. Un personaje entrañable, quizás el que más, pues le vimos muchos cursos y para todos seguro que aún pervive en el recuerdo de aquellos días infantiles.
Solo sabíamos de él que se llamaba Sr. Manolo. Le veíamos cada mañana y cada tarde traer su cesto e instalarse en su puesto, donde afluíamos en el recreo y a la salida de clase. Poco más conocíamos de su persona. Yo le vi en mis años de Prepa y de Insti, siempre igual y sin fallar un solo día en su trabajo. Le compraba desde cromos de Quo Vadis? a chicles y caramelos. Tenía un buen recuerdo siempre de él. Jamás vendió pipas y hacía gala de buena educación y pulcritud.
Los pocos datos, que supe de su persona, aparecieron en nuestra memorable revista “Candil”, en el número 2 de mayo de 1.962, es decir cuando me encontraba finalizando 5º de bachiller.
Nos informaba el articulista J. Viqueira, que D. Manuel estaba desde hacía más de 20 años con nosotros, que era viudo y que todos los profesores se portaron muy bien con él en los momentos difíciles.
Un día frio de febrero, en 1.964, cuando yo estaba en Preu, un compañero de clase, Antonio González Capitel, a la vuelta del recreo nos dijo que le había visto muy mala cara. El pobre fallecía en su puesto de trabajo al poco rato, pues nada se pudo hacer por él.
D. Tomás Alvira, en su libro “El Ramiro de Maeztu Pedagogía Viva”, en la página 291 recoge el artículo del diario Arriba que en febrero de 1.964 glosa su figura y lleva por título “Ha muerto el Sr. Pipero”. Ese artículo cita su nombre completo D. Pablo Manuel Balsalobre Calvo.
Más datos escritos sobre su persona no he podido encontrar. Con emoción conservo y venero aquel álbum de cromos de coches que por 5 pts. me vendió en el ya lejano 1.957.


Pero he aquí que en el número extra de Navidad 1.967, de la segunda época de Candil, cuando yo ya no estaba en el Ramiro, leo la siguiente noticia a toda plana, que me deja un tanto descolocado:
ÚLTIMA HORA: El Pipero ha muerto


Esta noticia tan desagradable se acompañaba con la iniciativa de hacer una colecta de dinero para su viuda.
Lamentable noticia, pero yo estaba seguro de su fallecimiento, en su puesto de trabajo de la entrada de Serrano, en febrero 1.964 y además en el número 2 de Candil se nos decía que era viudo. El texto del libro del Sr. Alvira lo corroboraba también.
Tras mucho pensar recordé, que D. Manuel alude a la competencia en su entrevista y, en efecto, haciendo memoria me vino la imagen del segundo Pipero que existió, se colocaba en la salida al Museo de Ciencias Naturales, fuera del recinto del Centro, que sí vendía pipas y al que compré algunos petardos. Se comenzó a poner en aquel lugar a partir del curso 61-62 y era un personaje peor vestido que D. Manuel, con un cierto acento andaluz. No confundirle con el suministrador de “paloluz”, que nada tiene que ver.
Este segundo pipero es al que alude el Candil de la segunda época en la Navidad del 67 y que falleció tres años más tarde que el primer pipero, D. Manuel, el cual es el que nosotros recordamos.
Espero haber clarificado cómo se concilian ambos reportajes y noticias y de paso explicar que el Ramiro tuvo dos piperos diferentes, aunque con un cometido parecido, nos supieron vender ilusión y felicidad.
Descansen en paz.